Conducción eficiente ( Para ahorrar Gasolina 2)
De nada sirve un acelerón si unos metros más adelante el semáforo está en rojo. Se puede circular en quinta por ciudad a partir de los 50-60 kilómetros por hora. Poner el coche en punto muerto y aprovechar la inercia del vehículo sigue consumiendo gasolina. Si sabemos que un semáforo en particular dura más de unos minutos en rojo, lo mejor es apagar el motor…
Aunque los coches de hoy consumen casi un 25% menos que hace 20 años, un uso erróneo del vehículo puede llevar a anular totalmente las mejoras en eficiencia conseguidas mediante la tecnología. Empezaremos por los consejos básicos:
-Mantenimiento del coche. El primer consejo es el más básico. Si no queremos derrochar gasolina es imprescindible llevar el motor en condiciones y realizar periódicamente un control de niveles y filtros. Tanto o más importante son los neumáticos, que deben tener la presión correcta de inflado. Unas ruedas flojas, además de aumentar el consumo, son un peligro en carretera.
-Aire Acondicionado. Es uno de los accesorios que más gasolina consume. Al igual que en casa, basta con poner el climatizador entre los 23-24ºC. Más frío no significa más confort, sino más gasto de carburante.
-Ventanillas. Son la mejor solución si no queremos usar el aire acondicionado, pero a partir de cierta velocidad (80-100 kilómetros por hora) modifican el coeficiente aerodinámico del vehículo, obligando al motor a realizar un mayor esfuerzo.
-Accesorios exteriores. Los alerones pueden mejorar el aspecto del coche, pero aumentan su resistencia al aire, lo mismo que los portaequipajes o bacas que se colocan en el techo. Si no se usan
-Descenso de cuestas : Nunca se ha de bajar una pendiente en punto muerto pues:
– Se incrementa el consumo de carburante, ya que el circular en ralentí supone un consumo de carburante, mientras que el freno motor no supone consumo alguno.
-Resulta extremadamente peligroso, ya que obliga a solicitar de los frenos un mayor esfuerzo, suponiendo además un mayor desgaste de los mismos.
Enlaces recomendados
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-Encendido. Resulta aconsejable hacerlo con el embrague apretado, ya que de esta manera alargaremos la vida de la batería y el motor de arranque. El motor se calienta poniéndolo en marcha, así que tampoco hace falta esperar unos minutos al ralentí antes de poner primera. Y aún menos recomendable resulta arrancar y darle unos cuantos pisotones al acelerador; en un coche viejo estas prácticas podían tener sentido, pero en uno nuevo es la receta perfecta para quemar gasolina sin moverse y acabar estropeando el motor.
-Cambio de marchas. En un motor de gasolina, lo recomendable es cambiar de marcha entre las 2.000 y las 2.500 rpm, mientras que en uno diesel se puede hacer entre las 1.500 y las 2.000 revoluciones por minuto. Y no se preocupe, el coche no se le quedará dormido.
-Elección de la marcha. Lo ideal para consumir lo mínimo es circular siempre con la marcha más larga posible y mantener bajas las revoluciones del motor. Para hacerse una idea, la primera marcha sólo se usa para poner el coche en movimiento, pasando en seguida a segunda. A partir de los 30 kilómetros por hora ya se puede poner tercera; cuarta a partir de los 40 km/h y quinta a partir de los 50-60 km/h.
-Frenada. Conviene frenar poco a poco, y nunca reducir bruscamente de marcha para que el coche frene con el motor. Si estamos en ciudad y vemos a lo lejos un semáforo en rojo, lo mejor es soltar el pie del acelerador y, sin quitar la marcha, dejar que el coche continúe gracias a la inercia. A más de 20 km/h, sin apretar el acelerador y con la marcha engranada, el motor no consume carburante. Si hace falta, apretaremos el pedal de freno para detener el coche del todo (a menudo, simplemente soltando el pie del acelerador le damos tiempo al semáforo a ponerse otra vez en verde).
-Parada. Un motor en ralentí consume poco, pero sigue consumiendo gasolina. Por eso, si tenemos que parar (ni que sean un par de minutos) lo mejor es apagarlo. Esto mismo se puede aplicar en esos semáforos tan largos que todo el mundo conoce camino del trabajo. Y tampoco se preocupe por esto: los motores de arranque modernos tienen una duración media de 200.000 arranques.
Aplicando estos sencillos consejos, y calculando sobre una media de 15.000 km al año, se puede llegar a reducir en un 20% el consumo de carburante; o lo que es lo mismo, ahorrar casi 250 euros en gasolina cada año. Y aún mejor: si todos condujéramos de esta manera -menos brusca y agresiva- le ahorraríamos también millones de toneladas de CO² a nuestra sufrida atmósfera.
Si señor, yo tengo un cursillo de todo esto y no hay nada que añadir, solamente nos dijo que intentáramos coger todo esto como costumbre que al principio cuesta trabajo pero que después es incluso cómodo. Buen post!
Muy interesante