Probando el Sid Meier´s Civilization

Pues si, a pesar de lo inminente de lo mio, aún tengo algunos momentos para echarme una partidita con la cuadrilla. Estos momentos son especialmente dulces si se dedican a un Civilization, por los que tengo una especial predilección y predisposición. Y si encima es una adaptación del videojuego de Sid Meier, sin duda mi favorito, pues la receta para el triunfo está servida.

Si hay un juego que me conozco las reglas, ese es el Civilization; pero el de PC, no los juegos de mesa clásicos a los que aún no he podido hincar el diente. Es por ello que estoy familiarizado con la cantidad de variables que hay que tener en cuenta, y eso que ver el tablero inicial dispuesto sobre la mesa asusta.
Primer apunte: necesitas una mesa de juego graaaaande, cada jugador va a utilizar un buen trozo para ir colocando sus cartas (mas el espacio del tablero).
Como en todos los Civs, las reglas son muy parecidas: empiezas con una ciudad, colonos y soldados, y tienes que intentar hacer que tu civilización gane la partida mediante los avances tecnológicos, conocimientos culturas o poderío militar. Para ello tendrás que conseguir expandir tu gente para conseguir recursos, unidades, … lo de siempre vamos, gestionar recursos y decidir cuidadosamente tus jugadas para intentar maximizar las ganancias en cada turno. Esto por desgracia, con su coste de análisis-parálisis, que hace que el juego se pueda alargar demasiado (hablamos de horas), y esto no anima a todo tipo de jugador. La partida de pruebas ha durado 4 turnos, con reglas reducidas, y se nos ha alargado 2 horas.

Como novedades llamativas, cada jugador tendrá una pequeña baraja con todos los avances tecnológicos, y para descubrirlos, tendrá que ir confeccionando una pirámide de cartas, siendo la base las de menor nivel (y coste) y avanzando hasta llegar a nivel 5 (victoria automática). Es decir, para poder conseguir un avance de un nivel, necesitas apoyarte en 2 avances de nivel inferior. Curiosa forma de confeccionar tu árbol de tecnología.

El resto de mecánica recuerda mucho al juego de PC, y si lo has jugado, muchas de las acciones te serán familiares. Realmente no es complejo, el turno consiste de 5 acciones, pero el problema está en la cantidad de opciones que tienes para tomar cada decisión. Es un problema inherente a los Civs, ya que todas las opciones son buenas y todos los descartes duelen. Como en el ordenador, una vez que conoces las cartas un poco, lo suyo es centrarte en un tipo de estrategia de victoria (ir a por cultura o ganar mediante la guerra o ser la más avanzada tecnológicamente o conseguir una cantidad de oro) y gastar recursos acorde a esa estrategia. Pero sin despistarse demasiado, sobre todo con la parte militar, ya que puedes tener algún disgusto.

Posiblemente la parte mas floja o fea sea la de resolver batallas, que en PC queda muy difusa ya que el ordenador hace los cálculos, y en el juego de mesa hay que calcularlo a mano y dificulta (y desmotiva) el realizar combates, pues son muchos factores los que hay que tener en cuenta. Personalmente siempre me han gustado las victorias tecnológicas, pero en toda partida hay algún jugador que le gusta tocar las pelotas metiendote en conflictos y obligándote a dedicar más recursos bélicos de los que uno quiere utilizar.

Otro detalle que me ha extrañado que no tenga, un contador de recursos productivos. No costaba nada ponerlo y ayudaría a no tener que recalcular la cantidad en cada turno. Una bobada si, pero ya puestos en harina, lo he echado en falta.

Soy consciente de que puede desanimar a los no conocedores del videojuego, pero realmente no es tan diferente a otros de gestión de recursos. Tras esta primera partida de toma de contacto (y reglas capadas) tengo que decir que me ha encantado, me he sentido muy metido en la partida todo el rato (tanto que he olvidado hacer fotos) y me encantaría disputar una partida de verdad, de 6 horas como dicen las crónicas. Seguro que consigo victoria por agotamiento. Es de esos juegos que cuanto más horas metes y mejor conoces todas sus partes, mas te apetece rejugarlo para optimizar tu estrategía (algo parecido pasa con el Twilight Struggle). Juegazo!

TransAmerica: Como siempre después de jugar a algo con desgaste de neuronas, terminamos la jornada con algún filler o algo sencillito. Como uno de los jugadores no había probado este clásico, se lo explicamos y en 5 minutos ya estabamos jugando. No sólo es fácil de jugar, sino que está entretenido. Eso si, dependes del azar, no hay que buscarle mucha profundidad, es simplemente un pasarratos.